miércoles, 6 de agosto de 2014

Fugaz


Me gusta cuando las lágrimas caen como lluvia, con ese chicoteo tan característico de las fuentes de bambú. Me fascnina que se deje de saber por qué se llora: ¿Felicidad?  ¿Tristeza? Realmente no importa, importa ese sonido tranquilizador, la sencillez con que las gotas pasan haciendo ríos en las mejillas. Y a lo lejos el pájaro azul canta, aunque esté a obscuras, en la noche decadente, encarcelado en su lugar solitario, en los labios que creen habitar verdad, en los ojos que prometen y que nada hacen… Puro decir y maldecir. Pura sobriedad ebria y sombras iluminadas por luces artificiales que terminan siendo igual de inconclusas que tus promesas.
Si he de quedarme con mi agua derramada en las pupilas (vivas y felices), que no se me crea incapaz de permanecer flotando en la nada, que siempre se alce el vuelo por el amor, que el crecimiento de mis ramas jamás se detenga y que las alas me empiecen a nacer. Porque yo no necesito creer en sus cuentos de hadas, porque la vida me gusta como es, aunque me duela, aunque me enseñe en la crisis y en la tragedia, aunque a veces sienta que no pueda…


3 comentarios:

  1. Ya te has ido desde hace mucho tiempo y el humo de cigarrillo sigue transitando en la habitación, en la mente, en el corazón. Todo se va nublando poco a poco, no se sabe lo que las cosas son, lo difuso se vuelve tan real que ya no importa quiénes somos... No importa si hay amor u odio... Es lo que es, aunque no lo distingamos con claridad, estamos estancados... O por lo menos yo, que me importa demasiado la claridad. Pero qué se le va a hacer, uno está donde quiere, detenido en las tinieblas, jugando con sus demonios y con los de los demás. Cuando llegue el rayo de luz lunar, espero poder tomarlo, llenarme de él, poder acogerlo en mi alma, aunque siga en la obscuridad... eso siempre es lo de menos... sólo hay que saber salir y disfrutar, ayudando a los demás en su propia tiniebla.

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  2. Siempre amare tu oscura y caprichosa personalidad. El cómo prefieres castigarte castigándome al no permitir verte. Cuando lo que más deseas coincide con mi deseo y por arrebatarme su cumplimiento arremetes contra el tuyo propio.

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  3. Pero que siempre se alce el vuelo por el amor.

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