domingo, 20 de junio de 2010

ESPECTADORES: LOS DIOSES CONDENADOS

Desde la eternidad los dioses han estado sentados observando el Universo con todos sus colores y sus figuras cambiantes, las cuales logran trazar 77 millones de cambios de espesor.

A su alrededor todo es obscuridad, todo es negrura agobiante, totalidad mareadora y consumidora. Ellos saben que hay algo debajo de tanto mar muerto y sin sentido, ese algo, es la Nada.

Hay una diferencia más que abismal entre ellos y nosotros, y eso se debe a que nosotros podemos dar la vuelta y seguir con lo que sea, saltar a otra ocupación con el mismo valor que la anterior: ninguno. En cambio, ellos están condenados a observar aquellos juegos de colores que tiene cierta imitación al caleidoscopio, no existe alguna otra oportunidad de ser algo más que un espectador de su propia creación; ni siquiera la Nada podría desviar ésta ocupación, ni siquiera podría ser una distracción.

La iluminosidad del Universo hace que se vean a sí mismos como un reflejo de ese Universo: son levemente tocados por un rayo de luz superfluo, ambiguo y con pocas ganas de llegar a ellos. Seguramente ellos ya ni siquiera lo notan, tal vez ya lo han olvidado y junto a él se han olvidado a ellos mismos, tal vez nunca les importó el maldito rayo, ni su maldita eternidad, ni su insistente fracaso al observar… ¿quién podría entender a estos dioses que vivieron, viven y vivirán observando, mientras que nosotros tiramos la vida en pequeños instantes y nos preocupamos por la muerte más que por la vida?